Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de una vivienda para una familia que busca un terreno y espacios más amplios, sin dejar el barrio tradicional donde han vivido por casi 30 años. Ubicado en el sector oriente de Santiago, el barrio se caracteriza por la presencia de añosos árboles y grandes sitios con casas que tienen una limitada relación con la calle.
Eliminando una antigua construcción y respetando los árboles nativos de mayor presencia y valor paisajístico en el terreno, los espacios se organizan en una planta con forma de “H” y un segundo nivel sobre el ala central, siguiendo el mismo patrón de relaciones espaciales de la casa que la familia dejaba. Este partido general en forma de “H” se adapta a la forma del terreno sin tocar los árboles y creando distintos patios que potencian su presencia desde el interior.
Los espacios interiores se organizan en torno a un Peumo nativo que acompaña el acceso por el sur. Desde el hall se enmarca la presencia de un enorme Palto hacia el norte y un ala privada hacia el oriente es delimitada por un viejo Ciprés y algunos Crespones. Sobre el ala central, un segundo nivel privado se extiende en todo su largo dejando en su extremo una terraza a la altura de la copa de los árboles. En el ala poniente los espacios públicos se abren hacia el jardín norte a través de una terraza techada y los servicios dirigen las vistas hacia un Acer Negundo. Esta ala de servicios se prolonga hacia el sur a través de un techo que se abre, envolviendo una Patagua que separa el garaje cerrado del resto de la casa.
La piscina se ubica hacia el poniente en el punto más bajo del terreno, donde se produce un desnivel que ayuda a conformar uno de sus bordes articulando su presencia con el resto del jardín.
La casa está antecedida por una extensa explanada adoquinada que, al ser solicitada como libre estacionamiento de visitas, se aprovecha para prolongar la aproximación del visitante hacia el acceso principal donde el Peumo cobra mayor presencia.
